Cómo las actitudes anti-gay dañan la condición física de los adolescentes
Por Michael Merschel, ÃÛÑ¿´«Ã½ News
Sofia Flynn es excepcional de muchas maneras. Esta joven de 17 años, residente de Chevy Chase, Maryland, trabaja como técnica en medicina de emergencias y hace análisis de datos en un laboratorio de investigación. Se ha fijado la meta de estudiar medicina y tener una carrera en psiquiatría. Y, también se ejercita en forma regular, yendo al gimnasio y a una clase de baile.
Eso último pone a Flynn, un estudiante en el tercer año de secundaria, que se identifica como bisexual, en una minoría distintiva entre los adolescentes estadounidenses, en general, y entre la juventud no heterosexual, en particular.
En 2017, aproximadamente un 29% de los alumnos de educación preparatoria (high school) dijeron haber obtenido la hora diaria de actividad aeróbica recomendada, de acuerdo con publicadas recientemente por la ÃÛÑ¿´«Ã½. Sin embargo, únicamente la mitad de estudiantes gay, lesbianas o bisexuales dijeron lo mismo. La brecha fue aún más amplia para varones que mujeres.
Hay muchos factores en juego, pero las barreras que alejan de las clases de educación física y los deportes en grupo, a los adolescentes de minorías sexuales, son particularmente importantes, dijo Ethan Mereish, psicólogo clínico y profesor asistente en la American University de Washington, D.C.
"Sabemos que existe la homofobia y que, en sus escuelas, estos estudiantes a menudo viven experiencias de discriminación, hostigamiento, acoso, victimización y microagresiones relacionadas con su orientación sexual", indicó Mereish, quien ha dirigido investigaciones con el tema de los adolescentes LGBTQ y el ejercicio. Las escuelas también son el lugar principal en donde los adolescentes aprenden acerca de la actividad física y participan en esta.
Admite que los adolescentes de cualquier sexualidad podrían sentirse fuera de lugar en la clase de gimnasia. Sin embargo, con frecuencia los chicos de minorías sexuales son un blanco específico. Eso puede hacer que el gimnasio y los equipos deportivos "sean un ambiente inseguro y no amistoso".
Mereish dirige el