Cardiólogo neoyorquino, sobreviviente de COVID-19, ayuda a los hispanos a combatir el virus
Por ÃÛÑ¿´«Ã½ News
El Dr. Samer Kottiech, cardiólogo neoyorquino, se convirtió a la fuerza en "experto en COVID".
Desarrolló síntomas que no relacionó inmediatamente con la enfermedad: enrojecimiento y dolor en los dedos pequeños del pie izquierdo y el dedo índice. Dos días después tuvo escalofríos y dolores musculares seguidos por fiebre alta y pérdida del sentido del olfato.
"Sentí que un carro me pasó por arriba" dijo Kottiech, quien tuvo un resultado positivo en marzo y ya se recuperó completamente. "Yo no soy una persona quejosa, pero sentía un dolor terrible. Como se podrán imaginar, a veces ni siquiera podía levantarme de la cama por la fiebre alta".
Kottiech cree que contrajo el virus en el consultorio médico comunitario de Washington Heights donde trabaja dos veces al mes. Aún con la enfermedad, en los días en los que se podía levantar, Kottiech revisó y atendió a sus pacientes a distancia por consultas de telemedicina. Aproximadamente un 98% de ellos son hispanos, la población con el de cualquier grupo racial en la ciudad de Nueva York, según el departamento de salud de ese estado. Kottiech supo por esa razón que su ayuda era necesaria.
"Tenía muchos pacientes entrando en pánico", dijo. "He tratado de ayudar a mi comunidad latina que no ha sido tomada en cuenta. Había personas con síntomas; otros tenían problemas cardíacos que no podíamos atribuirle a COVID-19 en esos momentos, pero que después supimos fueron implicaciones del corazón debidas al virus. Durante ese periodo tuve que diagnosticar y tratar a pacientes por video y sin estetoscopio. Fue un proceso de aprendizaje en el que tuve que aplicar tanto el arte como la medicina y a veces lo único que podía hacer era confiar en mis corazonadas".
Una de sus pacientes muy preocupadas fue Fermina Gómez, cuyo esposo de 26 años falleció el 5 de abril por complicaciones del virus. Aunque Gómez tuvo un resultado negativo, desarrolló síntomas poco después de la muerte de su esposo. Tuvo fiebre, dolores de cuerpo, tensión en las articulaciones, dolores de cabeza y un ritmo cardíaco elevado. Gómez se comunicó con Kottiech, con quien se atiende para la presión alta, o hipertensión.
"Sentí mucho miedo", dijo Gómez, quien tiene una hija de 15 años. "Tenía síntomas y me había expuesto. No podía dormir pensando que podría morir y dejar sola a mi hija".
"Yo digo que el Dr. Kottiech es mi ángel de la guarda porque fue el único que me dio una mano cuando lo necesitaba", agregó. "Me atendió emocional y psicológicamente y ajustó mis medicinas. Esta cosa es un monstruo, pero el Dr. Kottiech me atendió con muchísima empatía en mis momentos más difíciles y desesperados".
El número desproporcionado de casos y muertes de COVID-19 entre las poblaciones hispanas y afroamericanas en la ciudad de Nueva York ha servido para poner de relieve las disparidades económicas y de atención médica que antedatan a la crisis por mucho tiempo.
"Sabemos que los latinos y los afroamericanos son más susceptibles a padecer de hipertensión, obesidad, diabetes y enfermedades de las arterias coronarias, lo cual significa que estas poblaciones tienen afecciones subyacentes que los ponen en más riesgo de sufrir COVID con mayor gravedad", dijo Kottiech.
"No tienen acceso a alimentos saludables, una de las razones por las que tienen esas condiciones", agregó. "A menudo tampoco tienen educación universitaria o empleos con los cuales puedan trabajar remotamente; a veces no cuentan con seguro y en ocasiones temen llamar al 911".
En Nueva York, la comunidad hispana representa actualmente el 34% de las muertes por COVID-19 aunque sea el 29% de la población de la ciudad, de acuerdo al departamento de salud de ese estado.
En los primeros días de la pandemia, la comunidad médica creía que COVID-19 era principalmente una enfermedad respiratoria, con tos inicial y neumonía como una complicación. Pero los médicos ahora tienen evidencia de que el virus puede afectar a varios órganos, incluido el corazón.
Entre los pacientes de COVID-19 en China, los fueron una característica sobresaliente de la enfermedad en un 20% a 30% de los hospitalizados y contribuyeron a un 40% de las muertes, indicó Kottiech.
Los pacientes con insuficiencia pulmonar y falta de aliento presentan niveles disminuidos de oxígeno, lo cual puede ocasionar problemas cardíacos. Los pacientes pueden tener una respuesta inmunitaria llamada tormenta de citoquinas con la cual el cuerpo ataca a sus propias células y tejidos. Kottiech añadió que eso también puede afectar el músculo cardíaco y ocasionar falla cardíaca congestiva. Esa inflamación puede disparar coagulación de la sangre, la cual es especialmente peligrosa en personas con padecimientos cardíacos subyacentes.
Se cree que el primer síntoma que tuvo Kottiech, que la denominan "dedos de los pies COVID", tiene que ver con pequeños coágulos que afectan la circulación en la punta de los capilares de las extremidades. (La coagulación anormal en adultos jóvenes puede estar asociada con un derrame cerebrovascular como una complicación grave de COVID-19 en algunas personas.)
"No es que aconseje necesariamente acudir a la sala de emergencias si tiene enrojecimiento en un dedo del pie, pero sí consulte a su médico", dijo Kottiech. "Todos deben aprender acerca de la enfermedad para que puedan buscar ayuda en forma proactiva. Se trata de un monstruo bastante aterrador y aún hay mucho que debemos aprender acerca de él".
Nota del editor: Debido a los eventos en rápida evolución que rodean el coronavirus, los hechos y consejos presentados en esta historia pueden haber cambiado desde su publicación. Visite Heart.org para obtener la información más reciente y consulte con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y los funcionarios de salud locales para obtener la orientación más reciente.
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