Síntomas y diagnóstico de la EAP
El síntoma más común de la enfermedad arterial periférica en las extremidades inferiores son los calambres musculares dolorosos en las caderas, los muslos o las pantorrillas cuando se camina, se suben las escaleras o se hace ejercicio.
El dolor de la EAP a menudo desaparece cuando se interrumpe el ejercicio, aunque puede tardar unos minutos. Cuando los músculos están trabajando, requieren más flujo sanguíneo. Los músculos en reposo necesitan menos.
Si el flujo sanguíneo está bloqueado debido a la acumulación de placa, los músculos no reciben suficiente sangre durante el ejercicio para satisfacer sus necesidades. El dolor muscular (denominado claudicación intermitente) es la forma que tienen los músculos de avisar al cuerpo que no están recibiendo suficiente sangre durante el ejercicio para satisfacer la mayor demanda.
Muchos pacientes con EAP no tienen síntomas o los confunden con otra cosa.
Otros síntomas de la EAP incluyen:
- Dolor de piernas que no desaparece cuando deja de hacer ejercicio
- Heridas en los pies o dedos del pie que no cicatrizan o se curan muy lentamente
- Gangrena o tejido muerto
- Una disminución notable de la temperatura de la parte inferior de la pierna o del pie en comparación con la otra pierna o el resto del cuerpo
- Crecimiento deficiente de las uñas de los pies o del vello en las piernas
- Disfunción eréctil, especialmente en hombres con diabetes
Entender el dolor de piernas
Muchas personas desestiman el dolor de piernas como un signo normal de envejecimiento. Es posible que piense que es artritis, ciática o simplemente rigidez muscular propia de la edad. Para obtener un diagnóstico preciso, analice el origen del dolor. El dolor de piernas de la EAP se produce en los músculos, no en las articulaciones.
Los pacientes con diabetes podrían confundir el dolor de la EAP con una neuropatía, un síntoma diabético común que consiste en una molestia dolorosa o una sensación de quemazón en los pies o los muslos. Si sufre algún tipo de dolor recurrente, hable con el profesional de la salud y describa el dolor con la máxima precisión posible. Si tiene algún factor de riesgo de EAP, pregunte al profesional de la salud por la EAP, aunque no tenga síntomas.
Diagnóstico de EAP
El diagnóstico de EAP comienza con la historia clínica y un examen físico. El profesional de la salud también le preguntará sobre sus síntomas y comprobará los pulsos en las piernas.
El examen físico puede incluir:
- Índice tobillo-brazo (ITB): Este examen indoloro compara la presión arterial en la parte baja de las piernas con la presión arterial en los brazos. Solo dura unos minutos y puede realizarla un profesional de la salud como parte de un examen de rutina. Un ITB normal es de 1.00 a 1.40. Un valor inferior o igual a 0.90 se considera anormal y, en enfermedades graves, es inferior a 0.5. Si los resultados del ITB son normales o apenas normales (de 0.91 a 0.99), también se puede realizar una prueba de ejercicio en una cinta de correr del índice dedo-brazo (IDB) o ITB.
Si el ITB no es normal, puede que necesite más pruebas. El médico puede recomendarle una de estas pruebas:
- Ecografía dúplex: La prueba no invasiva visualiza la arteria con ondas de sonido y mide el flujo sanguíneo en una arteria para indicar la presencia de un bloqueo.
- Angiografía por tomografía axial computarizada (TAC): La prueba no invasiva utiliza rayos X y un agente de contraste (tinte) para crear imágenes de vasos sanguíneos en las arterias, el abdomen, la pelvis y las piernas. Esta prueba resulta especialmente útil en pacientes con marcapasos o stents.
- Angiografía por resonancia magnética (ARM): La prueba proporciona imágenes transversales como una TAC sin utilizar rayos X.
- ԲDzí: Durante una angiografía, también denominada arteriografía, se inyecta un tinte de contraste en la arteria y se toman radiografías para mostrar el flujo sanguíneo en las arterias de las piernas con el fin de localizar cualquier bloqueo. Obtenga más información sobre la angiografía periférica.
Recuerde, a menudo la EAP no se diagnostica. La EAP sin tratar puede provocar síntomas dolorosos o la pérdida de una pierna. Además, las personas con EAP tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedad coronaria, e infarto al miocardio. Por esta razón, la ѿý anima a las personas en riesgo a conversar sobre la EAP con el profesional de la salud para garantizar un diagnóstico y tratamiento tempranos.
Obtenga más información sobre los factores de riesgo de la EAP.